La larga semana entre idas y venidas, asambleas, reuniones y nervios culminó, por fin, en la esperada bienvenida a las Marchas Indignadas. Llegaban con más de 600 km bajo los pies y una mochila llena de reivindicaciones y experiencias inolvidables surgidas a su paso.
El momento más emocionante fue el encuentro con la Marcha al pie de la cuesta Mataborricos, donde esperábamos con un rico gazpacho y mil abrazos de bienvenida.
Todos juntos caminamos hacia Majadahonda, donde hubo una gran acogida por parte de los lugareños. El día se sucedió entre charlas, ensaladas de pasta, canciones, cine fórum y diversos buenos momentos que hicieron de este día algo irrepetible. Damos las gracias a la organización de Majadahonda por su buena coordinación y entusiasmo.
A las 6 de la mañana del día siguiente, ya se empezaban a oír las primeras voces animando a seguir la caminata y llegar a Madrid, en una marcha que se iría multiplicando con gente de Las Rozas, Majadahonda y demás pueblos de la Sierra Noroeste que caminó animosamente por la A-6, despertando simpatías de los conductores que pasaban por nuestro lado. Antes de llegar a Moncloa, se hizo una breve parada para saludar a la presidencia del Gobierno, con vítores como “¡No nos representan!”.
Finalizamos el recorrido de forma triunfal pasando por el Arco de la Victoria con la incansable melodía de los gaiteros, que no dejó de sonar desde primera hora de la mañana, llevándonos alegremente hasta el Parque del Oeste.
Agradecemos a la policía de Las Rozas su trato amable y profesional al movimiento 15M a su paso por la localidad.
Siguenos también en:
Feed desconocido